El trabajo infantil es un tema que se ha vuelto muy controversial desde hace ya muchos años. Ésto es porque muchos niños son obligados a trabajar, por sus padres, sus tíos u otros familiares. En ocasiones son obligados a realizar trabajos físicos, los cuales pueden ser incluso peligrosos para ellos, hasta llegar al punto de provocarles heridas graves y en ocasiones, la muerte. Se asocia ésto con el tema de esclavitud y trata de personas, pues generalmente es un adulto el que goza del fruto del trabajo que hacen éstos niños.
Sin embargo, si tú quieres que tus hijos aprendan qué es el dinero, lo que cuesta ganarlo, que puedan valorarlo y cuidarlo, es probable que no sea tan mala idea que se ganen algo de dinero realizando algún tipo de trabajo, siempre que sea un trabajo apto para su edad y capacidades físicas e intelectuales.
En lo personal, yo comencé a trabajar en las vacaciones cuando tenía 14 años, como instructor deportivo en cursos de vacaciones para niños más pequeños. Luego, cuando tenía 16 años, comencé a ayudar en la oficina de mi padre, siendo asistente del administrador. Al principio con tareas bastante básicas, como digitalizar información, por ejemplo. Cuando tenía todavía 17 años, en mis últimas vacaciones antes de entrar a la Universidad, comencé a trabajar de fijo en la empresa de mi padre. Desde ese día, no he dejado de trabajar.
Si bien es cierto que las tareas que desempeñaba eran bastante básicas, poco a poco me fueron dejando algunas enseñanzas:
- Disciplina: Aunque eran trabajos de medio tiempo, representaba un reto levantarme temprano para ir a trabajar, mientras los demás estaban de vacaciones, se levantaban a la hora que les daba la gana, asistían a cursos de vacaciones o pasaban horas frente a la televisión. El cumplir un horario de trabajo requiere una disciplina que un niño puede aprender
- Responsabilidad: Por pequeñas que fueran las actividades que realizaba, tenía que rendir cuentas sobre ellas, tenían que estar bien hechas y entregadas a tiempo.
- Valorar el dinero: Como dice el refrán: “Lo que no cuesta, hagámoslo fiesta”. Cuando te regalaban algún dinero, salías a gastarlo en lo primero que se te ponía enfrente. Pero como ese dinero si me costaba ganarlo, lo cuidaba, lo guardaba, y tenía mucho cuidado de gastarlo inteligentemente.
Como decía antes, de acuerdo a la edad de un niño, son las actividades que puede realizar. Puede ser que un niño de 8 años pueda realizar algunas actividades en casa, como por ejemplo lavar un vehículo, o recoger la mesa todos los días, pero tal vez conviene esperar a que cumpla 12 años para que corte el césped del jardín. Dependerá del grado de madurez física y emocional del niño el tipo de tareas que se le pueden asignar.
Un aspecto a tomar en cuenta es que hay actividades que el niño tiene que hacer porque es su obligación en la casa, como por ejemplo, tender su cama, recoger sus juguetes, etc. Debes tener cuidado que vaya a terminar pidiendo pago por cualquier favor que se le pida.
Sin embargo, cuando los niños llegan a cierta edad, pueden comenzar a realizar algunos trabajos fuera de casa. A continuación te comparto la traducción (libre) de un artículo tomado del boletín de septiembre, del sitio Kidnexions, de Karyn Hodgens, donde podrás ver su opinión sobre éste tema.
¿Debieran de trabajar los niños?
Mis dos hijos comenzaron a trabajar cuando tenían 11 años de edad. Comenzaron recogiendo papel una vez a la semana, para venderlo. Luego, entrando en la adolescencia, eran árbitros de partidos de futbol en el otoño. Y ahora, mi hijo mayor es el “chico de las papas fritas” en una tienda de hamburguesas local.
Yo no les pedí que trabajaran. Pero al ser responsables de todos sus gastos discrecionales y no recibir “suficiente” dinero de sus mesadas, ellos vinieron a mi. Y quién no se siente emocionado que sus hijos adolescentes quieran ganar un dinero extra? Pero hay algunas cosas que mi esposo y yo teníamos que considerar antes de darles la autorización. El trabajo escolar. Eso va primero. Tiempo. Mi tiempo. Un niño de 11 años no puede manejarse por sí sólo a través de la ruta del papel del pueblo, o ir a los partidos de futbol. Compromiso. Podríamos quedarnos todos en el trabajo por largo tiempo? Renunciar no es una opción.
Pero apoyarlos a ellos en su deseo de “entrar en la fuerza laboral” era una de las mejores decisiones que nosotros como padres hemos hecho. Aquí está el por qué:
Hay un nuevo alguacil en el pueblo. Una cosa es tener que rendir cuentas a mamá y papá. Es otra cosa completamente diferente rendir cuentas a alguien más... como tu jefe. Papá y mamá podrán tratarte con alguna holgura con frecuencia. Pero cuando tiras el papel en el césped y los aspersores siguen funcionando, resultando en una llamada iracunda de un cliente, bueno, eso no es algo por lo que mamá pueda (o quiera) cubrirte. Los niños aprenden a pararse en el plato y tomar responsabilidad por su trabajo.
Si eres es porque estás ahí. El partido es a las 8 de la mañana? Los niños aprenden a programar su alarma a las 7. Ellos también aprenden a no aparecerse sin todo su atuendo y equipo necesario. Es difícil ser un árbitro de futbol si no tienes tu silbato. Esta es una perfecta oportunidad para enseñar a los niños a crear su lista de control... y entonces chequearla antes de salir de casa. Es una estrategia que será útil en muchas áreas de su vida.
Haz un plan. Así que quieres asistir a un concierto de tu banda favorita la noche antes de tu ruta y un gran proyecto que entregar el siguiente día. El manejo del tiempo es la llave para tener éxito haciéndolo todo... y hacerlo bien. Con tu ayuda, los niños aprenden a hacer un plan hacia adelante.
Empieza a escribirlo. Más temprano de lo que piensas tus niños comenzarán a aplicar a la Universidad. Las habilidades que ellos hayan aprendido de su trabajo de tiempo parcial se mirará excelente en sus ensayos y sus aplicaciones escolares. Y, como algunas escuelas requieren cartas de recomendación como parte de sus aplicaciones, asegúrate de guardar éstas de cada trabajo que tengan.
Jugar el juego de la vida. Puede parecer como que ser árbitro en un partido de futbol es sólo acerca de las reglas del juego, pero resulta que es mucho más que eso. Es aprender sobre cómo llevarse con las personas. Es pararse firme en las decisiones que has hecho y desarrollar una piel gruesa, cuando un padre desde la orilla del campo comienza a gritarte. Es acercarte al entrenador y decirle que estás a punto de echar al padre del campo. Y además de éstos ejemplos de futbol, muchos trabajos de tiempo parcial requieren efectiva relación interpersonal con otros. La mayor cantidad de experiencias que nuestros hijos tengan relacionándose con otros, más construirán confianza y desarrollarán sus habilidades interpersonales y serán más valorados en el mercado laboral.
Tener un trabajo de tiempo parcial puede enseñar a nuestros adolescentes habilidades importantes para su vida. Si tus hijos tienen la oportunidad de trabajar, y todos están de acuerdo sobre las reglas, mi consejo es que lo hagan. Nada es mejor que las experiencias de la vida real cuando nuestros hijos se dirigen hacia... la vida real.
Conclusión de instructor financiero
Sin duda que éste es un tema muy importante, si tienes hijos en edad de empezar a hacer algunos trabajos. Lo importante es que ambos padres estén de acuerdo, y estoy seguro que ésta puede ser una experiencia muy valiosa para tu hijo.
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