Hemos estado tratando el tema del endeudamiento, que resulta importante e imprescindible para lograr la libertad financiera, por el simple hecho de que mientras debas dinero a alguien más, no sólo estás pagando intereses que son recursos que podrías utilizar en adquirir activos que te generen ingresos, sino que además mientras tengas una deuda, y sobre todo si has perdido el control de ella, lo más probable es que no te sientas LIBRE.
Existen algunas aspectos importantes a tomar en cuenta para analizar a fondo la situación. Por ejemplo, un banco te puede autorizar un crédito de hasta el 33% de tus ingresos. Obviamente, si estás endeudado por un 10% de tus ingresos, un banco te prestará hasta un 23% de los mismos. Si nos basaramos a ésta lógica, tu máximo endeudamiento sería un 33% de tus ingresos. Sin embargo, ésta misma lógica no siempre funciona, pues existen otras herramientas de endeudamiento que pueden hacer mucho más crítica la situación, como por ejemplo las tarjetas de crédito.
Asumamos por un momento que te encuentras en una situación “delicada” de endeudamiento. Puede ser que estás pagando tu casa, o tu vehículo, la T.V. de plasma, la emergencia que te surgió hace unos meses y para la cual no estabas preparado, las tarjetas de crédito están a tope, o... todas las anteriores.
Sin entrar en mayores detalles, la situación no “pinta” nada bien. Podríamos decir que tu nivel de endeudamiento es riesgoso, y eso se refleja en todas las facetas de tu vida: pérdida o ganancia de peso, falta de sueño, falta de energía para enfrentar cada día, enfermedades recurrentes, problemas familiares y/o conyugales, alejamiento de amistades, estrés constante, etc.
Aquí te doy algunas pistas de por donde debes empezar para remediar la situación:
Existen algunas aspectos importantes a tomar en cuenta para analizar a fondo la situación. Por ejemplo, un banco te puede autorizar un crédito de hasta el 33% de tus ingresos. Obviamente, si estás endeudado por un 10% de tus ingresos, un banco te prestará hasta un 23% de los mismos. Si nos basaramos a ésta lógica, tu máximo endeudamiento sería un 33% de tus ingresos. Sin embargo, ésta misma lógica no siempre funciona, pues existen otras herramientas de endeudamiento que pueden hacer mucho más crítica la situación, como por ejemplo las tarjetas de crédito.
Asumamos por un momento que te encuentras en una situación “delicada” de endeudamiento. Puede ser que estás pagando tu casa, o tu vehículo, la T.V. de plasma, la emergencia que te surgió hace unos meses y para la cual no estabas preparado, las tarjetas de crédito están a tope, o... todas las anteriores.
Sin entrar en mayores detalles, la situación no “pinta” nada bien. Podríamos decir que tu nivel de endeudamiento es riesgoso, y eso se refleja en todas las facetas de tu vida: pérdida o ganancia de peso, falta de sueño, falta de energía para enfrentar cada día, enfermedades recurrentes, problemas familiares y/o conyugales, alejamiento de amistades, estrés constante, etc.
Aquí te doy algunas pistas de por donde debes empezar para remediar la situación:
- Toma la responsabilidad del caso, no niegues tu situación, no culpes a nadie más, no te estanques en autocríticas y lamentaciones: Dedídete a cambiar la situación, que sóla no lo hará
- Informa a tu núcleo familiar sobre tu situación: Las personas que viven contigo tienen el derecho y la obligación de saber lo que está pasando. Probablemente ellos han contribuído con su parte a que tu situación sea la que es hoy en día, así que también deben formar parte de la solución
- Deberás hacer lo que NO has hecho hasta el día de hoy: UN PRESUPUESTO. Si lo hubieras hecho, probablemente no habrías caído en la situación en la que estás. Irremediablemente tendrás que priorizar tus gastos y eliminar los que sean innecesarios. Además, tus ingresos deberán alcanzar para pagar las deudas, además de cubrir los gastos vitales que no podrás eliminar
- ¿Y qué pasa si no me alcanza? Pues tendrás que hacer recortes drásticos en tus gastos, llegando inclusive a vender el vehículo, la casa, la T.V., o cualquier otra cosa que estás pagando y que puedas prescindir de ella. Podrías buscar nuevas fuentes de ingreso, como otro trabajo, un negocio, etc. Podrías también declararte en bancarrota, o renegociar la deuda en el banco, aunque eso no es lo más aconsejable, pues seguramente tu record crediticio quedará dañado (más de lo que seguramente ya está)
En el siguiente artículo comenzaré a detallar una situación ficticia, pero realizada con datos reales, en la cual analizaremos varias opciones para pagar las deudas. Por el momento es importante que evalués tu situación de endeudamiento, y si no es tan crítica, de todas formas deberás tomar en cuenta los consejos para pagar las deudas, y evitar caer en una situación más delicada.
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