¿O debiera decir “La felicidad y los bienes materiales”? Recién leí un artículo muy bueno, de Gina Montaner, que trata sobre éste tema. Ella lo tituló
“El número mágico de la felicidad”. Me gusta leer éste tipo de artículos, porque
me hacen recordar que el dinero y los bienes materiales son un elemento importante en el bienestar personal, y por lo tanto, se vuelven un elemento clave para ser felíz.
En alguna ocasión
he tratado éste tema, pero creo importante recalcar algunas ideas. Un vehículo bonito, una vivienda confortable, un teléfono celular de última tecnología, y cualquier otro bien, s
on cosas materiales que te dan alegrías pasajeras y temporales (generalmente cuando acabas de adquirirlos).
Sin embargo, la falta de éstos bienes que podríamos considerar imprescindibles hoy, si te pueden hacer pasar malos ratos, como por eejemplo penas para transportarte, frío, problemas para comunicarte, etc. Esto con el tiempo pueden provocar problemas en tu familia, con tu pareja, con tus hijos o con tus padres. Muchos matrimonios se disuelven por la insatisfacción que causan los problemas económicos y la falta de bienes materiales considerados “básicos” para llevar una vida tranquila y confortable.
Recordando, el dinero es únicamente el medio que utilizamos para intercambiar el fruto de nuestro trabajo por los bienes y servicios que producen otras personas, y que nosotros valoramos lo suficiente como para ceder una parte de nuestro patrimonio (o de nuestros ingresos, que si no los gastáramos serían parte de nuestro patrimonio).
Voy a plantearte un ejemplo, para que quede más claro. Si yo fabricó computadoras, y las vendo a otras personas, recibo una compensación en dinero por dicha venta (o intercambio el fruto de mi trabajo, que son las computaroras, por otro bien, que es el dinero).
Luego, realizo la compra de otros bienes y servicios, por ejemplo alimentos, pagando una cantidad de dinero a los productores de dichos alimentos. De nuevo, intercambio el dinero, que sigue siendo el fruto de mi trabajo, por los alimentos, que al mismo tiempo son el fruto del trabajo de otras personas.
Si yo no realizara ese intercambio, el dinero seguiría siendo parte de mi patrimonio. Por eso, cuando yo compro un producto o servicio es porque valoro lo suficiente la satisfacción que me producirá como para sacrificar una porción de mi patrimonio.
A medida que yo soy más productivo, o que ofrezco a otras personas mejores productos o servicios, diferentes a los de mi competencia, mis clientes valoran más dichos productos y servicios, y por lo tanto están dispuestos a sacrificar una cantidad mayor de su patrimonio con tal de obtener dicho bien, y por lo tanto, yo recibo más por mi trabajo.
Esto se aplica a todo nivel. Si tú te preparas, estudias o adquieres nuevos conocimientos y habilidades, otras empresas estarán dispuestas a sacrificar parte de su patrimonio (o utilidad) para que tú les prestes tus servicios. Realizas un intercambio, en el cual tú ofrezces tu tiempo y tu esfuerzo, y a cambio recibes una retribución económica.
Regresando al artículo “El número mágico de la felicidad”, la autora comenta ésta
nueva corriente que existe en el mundo actual, de gente que está buscando “el minimalismo”, que consiste en simplificar su vida, llegando al punto de quedarse únicamente con 100 pertenencias. Como ejemplo, ingresa en Google las palabras
"Vivir sin dinero", y verás que Google encuentra más de 700,000 páginas en las que tratan éste tema.
Esta tendencia se ha dado en éste mundo fruto de la crisis financiera, según la autora. Yo agregaría que muchas personas están hartas del estrés que produce la vida actual, con sus prisas, el tráfico, las presiones laborales, la soledad, la presión de las deudas, lo poco personal que se han vuelto las relaciones y las comunicaciones, y otros aspectos de éste tipo.
El artículo comenta que muchas veces es más placentera la planeación de un viaje que tomar un avión y salir de vacaciones súbitamente. Ella menciona en su artículo a “los estudiosos que cuantifican y miden la felicidad”, y yo quisiera en éste punto recomendarte
un video que me recomendó
Yasnaya. Está en inglés, pero Yasnaya nos comparte un enlace hacia
un resumen en español.
Estas referencias me sirven de preámbulo para darte la conclusión a la que he llegado después de mucha lectura, introspección y diálogo personal. Para mí, la felicidad es una decisión personal. Tú puedes decidir hoy ser felíz, hacer de la felicidad tu forma de vida, que no tengas que pensar en ello, simplemente eres felíz, y lo representas por la forma en que afrontas las situaciones diarias que te enfrentas, la forma en que tratas a las personas que están a tu lado, la forma en que aceptas a esas personas, sin juzgarlas, con respeto y haciéndolas sentir bien, por el simple hecho de estar a tu lado.
Los problemas deben afrontarse con alegría, con decisión, y con la conciencia de que por muy grandes que parezcan, podrás resolverlos. Una práctica recomendable es pensar que dentro de 2 días te habrás olvidado del problema. Si te dijeran que hoy es tu último día de vida, probablemente ese contratiempo no tendría ninguna importancia.
Espero que puedas hoy tomar esa decisión. No es fácil, cuesta tomar la ruta, y sobre todo cuesta mantenerse en ella. En especial cuando enfrentas situaciones difíciles, problemas en el trabajo, situaciones financieras adversas, altercados familiares, separaciones amorosas, o la pérdida de un ser querido. Lo importante es perseverar, mantener tu vida sencilla, tus valores firmes y tu entusiasmo al máximo.
Si logras eso, te puedo asegurar que encontrarás el balance entre los bienes materiales, espirituales y emocionales que decidas adquirir y poseer. En términos financieros, mantendrás un balance general equilibrado, un flujo de caja siempre positivo, y un estado de resultados fantástico.
Te deseo la mejor de las suertes, y ¡que seas felíz HOY, MAÑANA Y TODOS LOS DÍAS DE TU VIDA!
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