Hoy en día mucha gente ha escuchado hablar sobre la ley de la atracción. El libro emblemático fue “El Secreto”, aunque como opinión personal, ese libro me resultó decepcionante, quizá por esperar demasiado. Sin embargo, luego leí el libro “La ley de la atracción”, de Camilo Cruz, y ese sí que me gustó.
Por si alguien no ha escuchado de ésta ley, lo que dice es que uno atrae hacia sí mismo lo que uno quiera con el pensamiento. Sea por las razones que uno lo quiera creer, es un hecho que ésto es así. Están desde quienes sostienen que es una fuerza cósmica que permite que ésto suceda, hasta quienes sustentan en pasajes bíblicos su hipótesis. El punto es que hay ciertas ideas en todo ésto que en mi particular opinión son muy importantes para alcanzar la riqueza.
En primer lugar, porque la riqueza comienza por ser un estado mental. El que cree que nació para ser pobre, no importa cuánto dinero gane mensualmente, se sentirá pobre, o mejor dicho, hará lo posible para hacer que lo que él piensa se convierta en realidad, y lo más probable es que inconscientemente realice gastos innecesarios, se endeude por cosas que no valen la pena, haga malas inversiones, etc.
Es el diálogo interno el que es necesario controlar. Si eres de los que piensan: “El dinero nunca me alcanza”, “Si me subieran el sueldo, entonces sería diferente”, “Nunca voy a salir de pobre”, ten por seguro que tú mismo estás limitando tu capacidad para adquirir riqueza. Es necesario hacer una evaluación sobre lo que te estás diciendo a ti mismo.
Según el Dr Camilo Cruz, la esencia de la ley de la atracción es: “Si algo ha sido posible para otros, lo más probable es que también sea posible para mí”. Yo creo que a todos nos sobran ejemplos de personas que han logrado alcanzar una gran riqueza, por lo que no debiera ser imposible para nosotros alcanzarla también.
Eso si, para alcanzar la libertad financiera se necesita mucha inteligencia financiera, como lo ha escrito en todos sus libros un verdadero gurú de las finanzas personales, Robert Kiyosaki. Lo resume en su libro “Incrementa tu IQ Financiero”, donde explica que los problemas de dinero no se resuelven con dinero, y que por eso no se puede ayudar a alguien simplemente regalándole dinero. El trabajo duro por sí sólo tampoco resuelve los problemas financieros, y eso todos lo podemos comprobar a nuestro alrededor. La educación no resuelve totalmente el problema, pues el mundo ésta lleno de personas con una gran educación que son pobres. Un trabajo tampoco resuelve los problemas de dinero, como podemos comprobar con la gente a nuestro alrededor. Lo que resuelve los problemas de dinero es la inteligencia financiera, que es la parte de nuestra inteligencia que utilizamos para resolver problemas financieros.
En éste punto podríamos de nuevo citar al Dr. Cruz, cuando dice: “No podemos pretender que una persona que no sabe como administrar 100 dólares, de la noche a la mañana sepa como administrar un millón. Así que no pidas ganarte un millón de dólares en la lotería, pide y busca la sabiduría para crear y sabe administrar ese millón”.
Existen otros autores que consideran otros puntos que están bastante relacionados con éstos temas, como Lou Tice, de “The Pacific Institute”, Napoléon Hill, en su libro “Piense y Hágase Rico”, o T. Harv Eker, escritor del libro: “Los Secretos de la Mente Millonaria”. Éste último dice: “Hasta que demuestres que sabes manejar lo que tienes, ¡Obtendrás más!”. En otra ocasión analizaremos más detenidamente otros puntos tocados por éstos autores.
Adquirir la inteligencia financiera que me permita alcanzar la libertad financiera es mi responsabilidad, y es necesario saber que es un proceso que dura toda la vida. No habrá un punto donde pueda decir que lo se todo.
Para mí, una de las frases que puede resumir la ley de la atracción es: “Una persona no puede ser feliz, saludable y próspera hasta que no entienda que la felicidad, la salud y la prosperidad son el resultado de la armonía entre su mundo interno y externo” (Camilo Cruz).
Como una última reflexión, podemos decir que cada uno de nosotros nació en diferentes circunstancias. Algunos nacieron en condiciones de mayor abundancia que otros, pero al final, todos tenemos 2 cosas en común:
1.A ninguno se nos dio la posibilidad de escoger nacer rico o pobre
2.Estamos en la completa libertad de decidir si queremos llevar una vida de pobreza o de riqueza
En una próxima ocasión seguiremos abordando éstos temas, aunque por ahora, quedan sobre la mesa algunos puntos sobre los cuales meditar.
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