La riqueza genera diferentes emociones en las personas, y si nos detenemos a pensar un poco en ello, llegaremos a la conclusión de que lo que pensemos sobre la riqueza va a determinar de una o de otra manera los resultados que obtendremos, así como han determinado los resultados que hemos obtenido hasta el día de hoy.
Algunas personas creen que son pobres, pues siempre se están comparando con otras que tienen más recursos económicos que ellos, o por lo menos aparentan tenerlos. Otros que dicen que son ricos, o aparentan ser ricos, aunque realmente su situación económica no necesariamente es la mejor.
Otros piensan que son pobres porque no tienen lo suficiente, y otros piensan que son ricos porque tienen lo necesario.
La riqueza se puede medir en términos absolutos o relativos. Todos conocemos a personas que son extremadamente ricas, y también que hay millones de personas en éste mundo que viven por debajo de lo que llaman “la línea de la pobreza”. Esto es hablando en términos absolutos. En términos relativos, creo que todos podríamos ser considerados ricos, y pobres también, pues si nos comparámos, siempre habrá quién tenga menos, y quién tenga más.
Sin embargo, los pensamientos y emociones sobre la riqueza tienen mucho que ver en cuánto a cómo se siente la persona. Algunos la miran con recelo, con desconfianza, y en muchos casos, hasta con envidia. Entre éstos están quienes menos probabilidades tendrán de alcanzar la libertad financiera, pues para ellos el dinero es algo malo, la persona que lo tiene es despreciable, y la razón por la cual lo ha obtenido es por “explotar a los pobres”, “saber en que anda metido” o “por ser un codicioso”, y otras razones parecidas. Suelen ser personas que sin importar los ingresos que tengan, llegan sin nada a fin de mes. Puede ser que estén pagando su casa, tengan su carro, pero como para ellos el dinero no es bueno, generalmente lo despilfarran en cualquier cosa.
Otras personas la miran como una característica “especial”. Es decir, algo que no cualquiera puede lograr, inalcanzable para ellos, y para la mayoría de sus semejantes, pero les provoca una especie de respeto y admiración, por las personas que la poseen, sin saber qué es lo que hacen para alcanzarla. Pueden pensar que tuvieron la suerte de heredar, o por que tienen “estudios”, o porque son “buenos trabajadores” y “tuvieron suerte”. Para ellos la riqueza es como un don, que algunos han recibido, y no cualquiera lo recibirá. Este tipo de personas suelen tener lo suficiente para satisfacer sus necesidades básicas, pueden estar pagando su casa, tener su carro, unos ahorros, de repente unas vacaciones a algún lado. No les sobra, pero tratan de ir guardando para alguna emergencia.
Existe otro tipo de personas, que piensan que la riqueza es el “justo premio” al esfuerzo, a la preparación precisa, a una vida basada en valores, al aprovechamiento de oportunidades y al respeto por las demás personas. La riqueza no es un accidente, sino que es el resultado de satisfacer eficientemente las necesidades de otras personas, administrar correctamente lo que se recibe, y tener la suficiente inteligencia emocional para ser felíz.
¿Qué otro tipo de pensamientos y emociones crees que genera la riqueza en las personas? ¿Ves algo que no te cuadra? ¿Tienes claras tus metas, y alineadas con tus pensamientos y emociones?
Para seguir adelante con tu búsqueda de la libertad financiera debes tener esa coherencia de vida. Más adelante analizaremos algunas frases que dicen algunas personas sobre la riqueza, pero por ahora te dejamos que reflexiones sobre éstos temas.
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1 comentarios:
José, muchas gracias por la recomendación. Lo voy a tomar en cuenta.
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