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lunes, 24 de agosto de 2009

Las Cuentas de Gasto



Seguimos en la etapa de desarrollar nuestro presupuesto personal de ingresos y gastos. Hicimos la revisión de las cuentas de ingreso, y el siguiente paso es analizar nuestros gastos. Cabe decir aquí que los gastos no “pueden” ser superiores a los ingresos, aunque desde que el hombre inventó el crédito, ésto no es cierto en todos los casos (No quiero decir que el crédito siempre sea malo, como veremos en otros artículos).
Para empezar, debes establecer tus categorías y subcategorías de gastos. Como hemos repetido en varias ocasiones, éstas son personales, y no necesariamente te pueden servir las que utilizan otras personas. Aquí depende de lo que quieras medir. Puede ser que te interese llegar al detalle de lo que gastas mensualmente en la tienda de la esquina, o sólo te interese medir los retiros de efectivo. Puede ser que te interese saber cuánto gastas en médicos, o desglosarlo en pediatra, ginecólogo, oculista, etc.
Te presento a continuación un ejemplo de cómo podrías desglosar tus gastos:


  1. Impuestos
  • ISR (Impuesto sobre la renta)
  • IVA
  • Colegios Profesionales
  • IGSS


  1. Financieros
  • Intereses préstamo
  • Intereses tarjeta de crédito
  • Comisiones bancarias
  • Cargos por servicio
  • Cargos Administrativos
  • Cheques rechazados


  1. Casa
  • Renta o amortización
  • Mantenimiento
  • Servicios (Luz, Agua, Teléfono, Gas, Cable, Internet, etc.)
  • Seguro
  • Impuestos


  1. Transporte
  • Amortización Vehículo
  • Mantenimiento
  • Licencia de conducir
  • Impuesto de circulación
  • Seguro
  • Parqueo
  • Taxi


  1. Alimentación


  • Supermercado


  1. Entretenimiento
  • Regalos
  • Salidas
  • Comidas fuera
  • Gastos en efectivo
  1. Educación Personal

  • Cursos
  • Libros


  1. Salud
  • Médicos
  • Medicinas
  • Seguro


  1. Obras de Beneficencia

  • Iglesia
  • Otras Instituciones


  1. Ahorro
  • Ahorro para Consumo
  • Fondo para Emergencias
  • Fondo de Retiro
  • Fondo de Inversiones
Este es un desgloce que podría funcionar para una familia, pero si eres soltero, seguramente te sobran categorías, y tal vez necesites otras que aquí no se incluyen. Podrías llegar a hacer más subcategorías en entretenimiento, o menos en casa. Lo importante aquí es que te sirva a ti, que te ayude a medir lo que tienes que medir. 
 
Una cuestión importante es que puedes agregar una subcategoría a todas las anteriores que sea OTROS. Ahí incluirías gastos esporádicos que haces, y que no te interesa tenerlo con tanto detalle. Si te extraña que no incluya una categoría de “IMPREVISTOS”, no te extrañes tanto. Puedes agregarla a tu presupuesto, y más adelante verás la razón por la cuál pienso que no debieras incluirla.

Comienza a trabajar en el detalle de tus gastos, y te sorprenderás la cantidad de información que puedes ir desglosando de éste listado. No hemos concluído la parte del presupuesto, y más adelante te voy a explicar cómo hacer para que ésta información sea REALISTA. Al fin y al cabo, si no lo estuvieras haciendo para que fuera real, entonces ¿Para que lo harías?


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martes, 11 de agosto de 2009

Las Cuentas de Ingresos

En artículos anteriores he compartido las ideas básicas sobre el presupuesto personal, y ahora te mostraré los primeros pasos para organizarlo. Si trabajas en contabilidad, o has estudiado el tema, puede ser que tengas noción de cómo hacerlo. Sin embargo, conozco personas que son contadores o financieros que no tienen organizado su presupuesto personal.
 
Si nunca lo has hecho, puede resultarte un poco complicado, pues no tienes un punto de referencia. Lo que tienes que tener claro es que es un proceso dinámico y flexible, y en cualquier momento del proceso podrás ir ajustando tus registros a tus necesidades de información, cambiando las cuentas o categorías de ingresos o de gastos dependiendo de las condiciones del momento, de tu experiencia y de tus necesidades.

En primer lugar, te voy a hablar de las cuentas de ingresos. Debemos distinguir dos categorías de ingresos: Ingresos Ganados e Ingresos Pasivos. Los ingresos ganados son aquellos que obtenemos fruto de nuestro trabajo. Los ingresos pasivos son aquellos que obtenemos aún cuando no trabajamos, fruto de nuestro dinero o nuestras inversiones.

La explicación de por qué lo recomiendo así es que a lo largo de éste proceso irás descubriendo que un punto esencial para conseguir la libertad financiera es incrementar tus ingresos pasivos, y no necesariamente tus ingresos ganados (aunque eso tampoco estaría mal). Por lo tanto, necesitas la cuenta que te va a permitir medir mensualmente si has incrementado o no tus ingresos pasivos.

La categoría de ingresos ganados puedes dividirlas en las siguientes cuentas, según aplique o no a tu situación actual o esperada:
  • Sueldo o Salario por trabajar en una empresa
  • Sueldos por trabajar en tu propia empresa
  • Bonificaciones
  • Honorarios
  • Comisiones
  • Pasivo Laboral
El pasivo laboral son algunas prestaciones que por ley tienes en algunos países, cuando trabajas en “relación de dependencia”, o “en planilla”, como pueden ser sueldos adicionales, seguridad social, vacaciones, séptimos, etc. Muchas personas me han dicho que no están seguros si deben tomarlos en cuenta o no. Yo en primer lugar recomiendo que no lo contabilices a no ser que efectivamente lo recibas, cuando renuncies o te despidan, por ejemplo. La razón de ésto es porque si mañana la empresa se va a la quiebra, puede ser que no recibas absolutamente nada. De todas maneras te digo de nuevo que de ti depende, tu decides lo que quieres medir, y cómo lo quieres hacer. Aparte de ésto, algunas personas me han preguntado que por qué el pasivo laboral no se incluye como ingreso pasivo. Para aclarar el punto conviene recordar que es un dinero que si no trabajas, no lo obtendrías.

Si trabajas (y te pagan) horas extras, es ingreso ganado. Si tienes un segundo empleo, también. Si tienes tu propio negocio de tiempo total o parcial, también es ingreso ganado.
Ahora vamos a ver el ingreso pasivo, y para comenzar, debes determinar y establecer las cuentas o subcategorías que aplican para tu caso específico:
  • Donaciones Recibidas: Si recibes regalos monetarios de otra persona
  • Intereses: de cuentas bancarias, ahorros, fondos de pensiones o plazos fijos
  • Rentas o arrendamientos por propiedades
  • Dividendos de empresas o negocios de los cuales eres socio
  • Venta de Activos: Bienes raíces, negocios, acciones, antigüedades o cualquier cosa que se pueda vendas y que te genere ingreso de dinero
Esta no es una lista definitiva. Puede ser que algunas cuentas o subcategorías no apliquen para tí, o que debas agregar otra. Por ejemplo, podría ser que te interese medir los intereses que te paga tu cuenta de ahorro aparte de los intereses que te paga tu fondo a plazo fijo, entonces lo colocas como cuentas independientes. O bien, recibes un sueldo en tu trabajo habitual, y comisiones por la venta de algunos productos que realizas en tus ratos libres. 
 
Tus ingresos pueden, y de hecho deberán, provenir de múltiples fuentes. Con ésto reducirás tu riesgo, pues si sólo recibes tu sueldo, y mañana te despiden, no recibirás nada hasta que consigas otro empleo. Si aparte de tu sueldo tienes la renta de una propiedad, y te despiden, no te quedarás sin ingresos, y tendrás algo aunque sea para cubrir necesidades básicas.

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martes, 4 de agosto de 2009

¿Cómo hacer un presupuesto partiendo de Cero?



Hoy vamos a ir avanzando en éste proceso de conseguir información sobre nuestra situación financiera. Por sencillo que parezca, muchas personas no hacen un presupuesto “formal”, aunque en mayor o menor medida, todos hacen algún tipo de “cálculo” para intentar controlar su situación financiera.

Lo importante en todo éste proceso no es culparnos por lo que hicimos o dejamos de hacer en el pasado, sino tomar las acciones que nos hagan mejorar nuestra situación actual, preparándonos para el futuro, así que aquí van los pasos que te propongo:

1. Haz una estimación, lo más realista posible, sobre los ingresos y los gastos mensuales. Esta puede ser una prueba difícil si nunca has hecho un presupuesto. Pero no te preocupes, éste primer paso es únicamente el de partida. Puedes apoyarte en recibos, facturas, estados de cuenta, etc. de meses anteriores

2. Divide éstos ingresos y gastos en categorías y subcategorías, que luego te serán muy útiles. De nuevo, tu situación es especial, y sólo tú puedes saber qué te conviene medir, y cómo hacerlo. Debes tener en cuenta que en cualquier momento puedes ir cambiando las categorías de acuerdo a lo que consideres más útil. Te recomiendo algunas para que tomes una idea:

a) Ingresos:
- Ganados: Sueldo, Honorarios, Bonificaciones
- Pasivos: Inversiones, Negocios, Dividendos

b) Gastos:
- Vivienda: Amortización, Renta, Agua, Luz, Teléfono, Seguro, Impuestos
- Transporte: Combustible, Mantenimiento, Amortización, Seguro, Taxi
- Alimentación: Supermercado
- Salud: Médicos, Medicinas, Seguro
- Entretenimiento: Salidas, Comidas Fuera, Regalos. Efectivo
- Ahorro: Fondo Retiro, Fondo Inversiones, Ahorro para consumo, Fondo Emergencias
- Caridad: Iglesia, Otras Instituciones
- Educación: Cursos, Libros, Revistas, etc.

3. El mes #1, guarda todos los documentos que te sirvan para llevar el registro de todos tus ingresos y gastos. Pueden ser recibos, facturas, “vouchers” de tarjetas, un papelito en el que escribas un gasto realizado, o cualquier cosa que se te ocurra. Lo importante es que te quede constancia de todos los movimientos de dinero

4. Ingresa en una hoja electrónica todos los ingresos y gastos que hayas realizado, de acuerdo a las categorías que planteaste en tu presupuesto. De ti depende el grado de detalle al que quieras llegar. Puedes apuntar desde los Q3 que te gastaste en el café de la mañana, si quieres saber cuánto gastas al mes en cafés, o simplemente puedes apuntar los Q100 que sacaste en efectivo del cajero automático, si no te interesa más detalle

5. Haz tu “cierre” a fin de mes. Así me gusta llamar al punto donde comparas lo que habías dicho que pasaría, con lo que finalmente pasó. Este es el punto medular del proceso. Aquí te toca determinar si estás gastando más de lo que quisieras en alguna categoría, y tomar decisiones sobre “recortar” o “reorganizar” gastos. Es normal que falles por un 20%, o incluso más

6. Para el 2º mes, haz tus ajustes, vuelve a actualizar tu presupuesto al inicio del mes, y sigue guardando constancia de los movimientos de dinero. Al final de mes vuelve a hacer tu cierre. Debiera de ser mucho más parecido a lo que habías dicho

7. Repite éste proceso todos los meses del resto de tu vida. Aunque suene exagerado, así debe de ser. Tu situación financiera no es estática, cambian tus ingresos, cambian tus necesidades, cambian tus gastos, cambia tu vida. Y éstos cambios son los que verás reflejados en tu presupuesto

Mi intención es que el proceso sea lo más sencillo posible. Pero si tienes alguna duda no desesperes. Te puede llevar varios meses ir puliendo tu presupuesto. Vamos a seguir tratando éste tema para ir aclarando las dudas. Espero que te decidas a hacerlo, pues ahora es cuando tus finanzas personales comienzan a tomar rumbo. 


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viernes, 31 de julio de 2009

¿Por donde empiezo?


Esa es la pregunta del millón. Bueno, estoy convencido de que quiero mejorar mi situación económica, ya comprendí que es posible para mí alcanzar la libertad financiera, pero no se exactamente por donde empezar.

La respuesta a ésta pregunta es bastante sencilla. Estoy seguro que la mayoría de personas lo hacen, más o menos bien. El primer paso para emprender la ruta hacia la libertad financiera es hacer un PRESUPUESTO.

Un presupuesto es una estimación de ingresos y gastos que se producirán en un período determinado de tiempo. El período será un mes, aunque luego veremos que deberá proyectarse como mínimo un año para adelante. Otra característica esencial de un presupuesto es que se ajuste a la realidad, tema que también suele ser complicado.
Es recomendable que el presupuesto esté dividido en categorías, y cada categoría esté compuesta por cuentas.

El presupuesto consta de 3 partes:
- Ingresos: Está compuesta por todo el dinero que ingresa mensualmente. Yo recomiendo que al menos se tengan 2 categorías de ingresos: Ingresos Ganados e Ingresos Pasivos.

- Gastos: Son todos aquellos desembolsos de dinero que se estiman que se harán en el mes. Las categorías de gasto dependen de tu situación actual, pues no es lo mismo ni eres soltero, casado, si tienes 18 años, o 55, si vives sólo o con alguien más. Algunas categorías que puedes incluir son: Alimentación, Vivienda, Transporte, Diversión, Salud, etc.

- Flujo de efectivo: Representa el resultado del mes. Es sencillo de calcular: Ingresos – Gastos. En mi opinión, es
uno de los dos indicadores más importantes para medir tu desempeño financiero.

Y aquí viene la parte fundamental, de sentido común: Los gastos nunca podrán ser superiores a los ingresos. Es decir, si gastas más de lo que ingresa, quiere decir que de alguna forma te estás endeudando, o por lo menos, estás consumiendo tu patrimonio o tus ahorros.

Muchas persona me preguntan si puedo recomendarles un presupuesto “ideal”. Yo he encontrado diferentes presupuestos “recomendados”, y me he convencido de que no te puedo recomendar uno. La respuesta es bastante simple: Tu presupuesto depende de ti, de tus metas, de tus sueños, de tus ingresos, de tus responsabilidades, de tus necesidades. No hay dos personas como tú, y por lo tanto, no hay quien te pueda decir lo que debes hacer. Lo único que te puedo recomendar es, otra vez:
NO GASTES MÁS DE LO QUE INGRESAS.

En un próximo artículo te voy a dar un procedimiento sencillo que puedes utilizar si de verdad no sabes cómo comenzar a hacer tu presupuesto. También analizaremos más en detalle cada una de las partes del presupuesto. Lo que quiero que comprendas es que el presupuesto es la plataforma sobre la cuál edificarás tu bienestar financiero. A medida que vayamos avanzando en el proceso, te darás cuenta que la importancia de las finanzas personales es que te
proporcionan información, y la calidad de ésta información determinará la calidad de decisiones que podrás tomar el resto de tu vida.


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jueves, 23 de julio de 2009

Tu diálogo interno, ¿Te está ayudando a alcanzar la libertad financiera?



Hemos analizado el poder de la mente, mediante la ley de la atracción, para encaminarnos hacia nuestras metas financieras. Es probable que si no estás familiarizado con los conceptos de la ley de la atracción, te esté resultando un poco difícil asimilar el concepto.
Vamos a poner algunos ejemplos, para que quede lo más claro posible. Lo haré mediante algunas frases que seguramente has escuchado a algunas personas decir, personas muchas veces cercanas a tí, y bueno, de repente hasta tú mismo las has dicho o lo has pensado en más de alguna ocasión.
Todo se basa en la percepción que tengas sobre el dinero y la riqueza, y es lo que algunas frases o dichos se han encargado de hacerte pensar o sentir. Si tienes alguna de ellas enraízada en tu mente, lo mejor que puedes hacer es modificarla para cambiar tu percepción, como primer paso para encaminarte hacia la libertad financiera. Ahí te van algunas: 
  • El dinero nunca me alcanza”. ¿Que te diré? Si piensas así, seguro que nunca te alcanzará. Lo más probable es que aunque obtengas un incremento en tus ingresos, en un par de meses estarás diciendo lo mismo otra vez. Tienes que cambiar tu forma de pensar, tienes que valorar lo que tienes en tu vida, y sobre todo, si es cierto que no llegas a fin de mes, ¡Tienes que hacer algo al respecto! 
  • Nunca voy a salir de la situación en la que estoy”. Si ésto es lo que te dices a ti mismo, ¡Seguro que no vas a salir! Tienes que pensar que por muy crítica la situación en la que te encuentras, mejor que estar quejándote y haciéndola de víctima, te conviene tomar las riendas de la situación, cambiar tu frase chillona, y decirte a tí mismo: ¡Mañana voy a estar mejor! 
  • Soy pobre, pero honrado”. No digo que no existan personas que se han hecho millonarias haciendo cosas ilícitas o inmorales, pero te puedo asegurar que las personas que logran, no sólo alcanzar riqueza, sino que mantenerla y hacerla crecer, en su mayoría son personas honradas. Y la frase es mala por una sencilla razón: Lo que realmente te estás diciéndo es que para obtener riqueza deberías comenzar por dejar de ser honrado, y como probablemente no estás dispuesto a cambiar tus principios, tampoco alcanzarás la riqueza. Mejor dí: “Soy honrado, y voy a ser rico”, y ojala algún día puedas decir: “Soy rico, y sigo siendo honrado” 
  • El que guarda riquezas, guarda tristezas”. La frase del derrochador. Como no se si mañana voy a estar vivo, hoy me dedico a echarme el dinero encima, despilfarrarlo en cualquier cosa, y a gozar la vida. Yo no estoy en contra de disfrutar la vida, pero eso no debe reñir con el hábito del ahorro, que será muy importante para iniciar tu camino hacia la libertad financiera 
  • El dinero es la raíz de todos los males”. Ahora resulta que el pobre dinero, que es un simple método de intercambio, resulta ser el malo de la película. Y lo peor de todo, te limita enormemente, pues si estás tan seguro de que es malo, inconcientemente harás lo imposible para no obtenerlo
  • El dinero es un mal necesario”. Si, es necesario, pero ¿Por qué va a ser malo? Malo es no saber ganarlo, no saber administrarlo, o no saber disfrutarlo. Si piensas así, lo más seguro es que obtengas únicamente lo necesario, y nada más“El dinero no compra la felicidad”. La verdad es que si alguien cree que con dinero va a compra la felicidad, creo que se llevará una gran decepción en la vida. Sin embargo, la falta de dinero sí es un factor que puede limitar tu felicidad. La falta de dinero puede ser la causa de otros problemas más serios, como estrés, angustia, rupturas matrimoniales, robos, suicidios, asesinatos... 
  • Los ricos son unos explotadores, egoístas, egocéntricos, etc.”. Creo que has escuchado muchos adjetivos que podrían complementar ésta frase. Pero la situación es sencilla: “Nadie llegará a convertirse en aquello que odia”. Así que no te conviene odiar a los ricos. Mejor trata de imitar de cada uno las acciones que estén en armonía con tus principios, y que creas que pueden ayudarte a conseguir riqueza
Estoy seguro que has escuchado alguna de éstas frases en tu vida. Lo importante es que analices tu diálogo interno, lo que te dices a tí mismo, pues eso es lo que le pone los límites a tu bienestar financiero. El primer paso para convertirte en una persona próspera es adecuar tu mente para que sea el motor que te impulsa a lograrlo.


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jueves, 16 de julio de 2009

La ley de la atracción y la libertad financiera


Hoy en día mucha gente ha escuchado hablar sobre la ley de la atracción. El libro emblemático fue “El Secreto”, aunque como opinión personal, ese libro me resultó decepcionante, quizá por esperar demasiado. Sin embargo, luego leí el libro “La ley de la atracción”, de Camilo Cruz, y ese sí que me gustó.

Por si alguien no ha escuchado de ésta ley, lo que dice es que uno atrae hacia sí mismo lo que uno quiera con el pensamiento. Sea por las razones que uno lo quiera creer, es un hecho que ésto es así. Están desde quienes sostienen que es una fuerza cósmica que permite que ésto suceda, hasta quienes sustentan en pasajes bíblicos su hipótesis. El punto es que hay ciertas ideas en todo ésto que en mi particular opinión son muy importantes para alcanzar la riqueza.

En primer lugar, porque la riqueza comienza por ser un estado mental. El que cree que nació para ser pobre, no importa cuánto dinero gane mensualmente, se sentirá pobre, o mejor dicho, hará lo posible para hacer que lo que él piensa se convierta en realidad, y lo más probable es que inconscientemente realice gastos innecesarios, se endeude por cosas que no valen la pena, haga malas inversiones, etc.

Es el diálogo interno el que es necesario controlar. Si eres de los que piensan: “El dinero nunca me alcanza”, “Si me subieran el sueldo, entonces sería diferente”, “Nunca voy a salir de pobre”, ten por seguro que tú mismo estás limitando tu capacidad para adquirir riqueza. Es necesario hacer una evaluación sobre lo que te estás diciendo a ti mismo.

Según el Dr Camilo Cruz, la esencia de la ley de la atracción es: “Si algo ha sido posible para otros, lo más probable es que también sea posible para mí”. Yo creo que a todos nos sobran ejemplos de personas que han logrado alcanzar una gran riqueza, por lo que no debiera ser imposible para nosotros alcanzarla también.

Eso si, para alcanzar la libertad financiera se necesita mucha inteligencia financiera, como lo ha escrito en todos sus libros un verdadero gurú de las finanzas personales, Robert Kiyosaki. Lo resume en su libro “Incrementa tu IQ Financiero”, donde explica que los problemas de dinero no se resuelven con dinero, y que por eso no se puede ayudar a alguien simplemente regalándole dinero. El trabajo duro por sí sólo tampoco resuelve los problemas financieros, y eso todos lo podemos comprobar a nuestro alrededor. La educación no resuelve totalmente el problema, pues el mundo ésta lleno de personas con una gran educación que son pobres. Un trabajo tampoco resuelve los problemas de dinero, como podemos comprobar con la gente a nuestro alrededor. Lo que resuelve los problemas de dinero es la inteligencia financiera, que es la parte de nuestra inteligencia que utilizamos para resolver problemas financieros.

En éste punto podríamos de nuevo citar al Dr. Cruz, cuando dice: “No podemos pretender que una persona que no sabe como administrar 100 dólares, de la noche a la mañana sepa como administrar un millón. Así que no pidas ganarte un millón de dólares en la lotería, pide y busca la sabiduría para crear y sabe administrar ese millón”.

Existen otros autores que consideran otros puntos que están bastante relacionados con éstos temas, como Lou Tice, de “The Pacific Institute”, Napoléon Hill, en su libro “Piense y Hágase Rico”, o T. Harv Eker, escritor del libro: “Los Secretos de la Mente Millonaria”. Éste último dice: “Hasta que demuestres que sabes manejar lo que tienes, ¡Obtendrás más!”. En otra ocasión analizaremos más detenidamente otros puntos tocados por éstos autores.

Adquirir la inteligencia financiera que me permita alcanzar la libertad financiera es mi responsabilidad, y es necesario saber que es un proceso que dura toda la vida. No habrá un punto donde pueda decir que lo se todo.

Para mí, una de las frases que puede resumir la ley de la atracción es: “Una persona no puede ser feliz, saludable y próspera hasta que no entienda que la felicidad, la salud y la prosperidad son el resultado de la armonía entre su mundo interno y externo” (Camilo Cruz).

Como una última reflexión, podemos decir que cada uno de nosotros nació en diferentes circunstancias. Algunos nacieron en condiciones de mayor abundancia que otros, pero al final, todos tenemos 2 cosas en común:
1.A ninguno se nos dio la posibilidad de escoger nacer rico o pobre
2.Estamos en la completa libertad de decidir si queremos llevar una vida de pobreza o de riqueza

En una próxima ocasión seguiremos abordando éstos temas, aunque por ahora, quedan sobre la mesa algunos puntos sobre los cuales meditar.


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viernes, 10 de julio de 2009

¿Qué piensas de la Riqueza?



La riqueza genera diferentes emociones en las personas, y si nos detenemos a pensar un poco en ello, llegaremos a la conclusión de que lo que pensemos sobre la riqueza va a determinar de una o de otra manera los resultados que obtendremos, así como han determinado los resultados que hemos obtenido hasta el día de hoy.

Algunas personas creen que son pobres, pues siempre se están comparando con otras que tienen más recursos económicos que ellos, o por lo menos aparentan tenerlos. Otros que dicen que son ricos, o aparentan ser ricos, aunque realmente su situación económica no necesariamente es la mejor.
Otros piensan que son pobres porque no tienen lo suficiente, y otros piensan que son ricos porque tienen lo necesario.

La riqueza se puede medir en términos absolutos o relativos. Todos conocemos a personas que son extremadamente ricas, y también que hay millones de personas en éste mundo que viven por debajo de lo que llaman “la línea de la pobreza”. Esto es hablando en términos absolutos. En términos relativos, creo que todos podríamos ser considerados ricos, y pobres también, pues si nos comparámos, siempre habrá quién tenga menos, y quién tenga más.

Sin embargo, los pensamientos y emociones sobre la riqueza tienen mucho que ver en cuánto a cómo se siente la persona. Algunos la miran con recelo, con desconfianza, y en muchos casos, hasta con envidia. Entre éstos están quienes menos probabilidades tendrán de alcanzar la libertad financiera, pues para ellos el dinero es algo malo, la persona que lo tiene es despreciable, y la razón por la cual lo ha obtenido es por “explotar a los pobres”, “saber en que anda metido” o “por ser un codicioso”, y otras razones parecidas. Suelen ser personas que sin importar los ingresos que tengan, llegan sin nada a fin de mes. Puede ser que estén pagando su casa, tengan su carro, pero como para ellos el dinero no es bueno, generalmente lo despilfarran en cualquier cosa.

Otras personas la miran como una característica “especial”. Es decir, algo que no cualquiera puede lograr, inalcanzable para ellos, y para la mayoría de sus semejantes, pero les provoca una especie de respeto y admiración, por las personas que la poseen, sin saber qué es lo que hacen para alcanzarla. Pueden pensar que tuvieron la suerte de heredar, o por que tienen “estudios”, o porque son “buenos trabajadores” y “tuvieron suerte”. Para ellos la riqueza es como un don, que algunos han recibido, y no cualquiera lo recibirá. Este tipo de personas suelen tener lo suficiente para satisfacer sus necesidades básicas, pueden estar pagando su casa, tener su carro, unos ahorros, de repente unas vacaciones a algún lado. No les sobra, pero tratan de ir guardando para alguna emergencia.

Existe otro tipo de personas, que piensan que la riqueza es el “justo premio” al esfuerzo, a la preparación precisa, a una vida basada en valores, al aprovechamiento de oportunidades y al respeto por las demás personas. La riqueza no es un accidente, sino que es el resultado de satisfacer eficientemente las necesidades de otras personas, administrar correctamente lo que se recibe, y tener la suficiente inteligencia emocional para ser felíz.

¿Qué otro tipo de pensamientos y emociones crees que genera la riqueza en las personas? ¿Ves algo que no te cuadra? ¿Tienes claras tus metas, y alineadas con tus pensamientos y emociones?
Para seguir adelante con tu búsqueda de la libertad financiera debes tener esa coherencia de vida. Más adelante analizaremos algunas frases que dicen algunas personas sobre la riqueza, pero por ahora te dejamos que reflexiones sobre éstos temas.


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